jueves, 4 de julio de 2013

La obra del mes: Retablo de la Dolorosa


Es vergonzoso que, en pleno siglo XXI, dentro de un país moderno, desarrollado, que tiene un inmenso e importante patrimonio atesorado a través de siglos y siglos y que es una buena fuente de ingresos por turismo (la Cultura no se puede cuantificar, si hubiera números serían astronómicos); haya ocurrido un hecho como el de la fotografía que ilustra esta entrada.

En esa amalgama de escombros barrocos se encuentra el retablo que debería ser comentado humildemente en este blog, y en su lugar vemos restos de maderas, lienzos, escultura y hasta de un púlpito. A esto ha llevado la desidia que han tenido con el templo de San Agustín, del que ya tenemos suficientes noticias acerca de su terrible (y anunciada) destrucción.


Esta era la imagen del retablo antes del derrumbe del lateral de la iglesia que lo albergaba. Estaba inserta en una capilla perteneciente al Patronato fundado por Juan Benítez-Sidón y Baena, según escritura de 21 de febrero de 1615. El retablo, obra barroca del siglo XVIII, con un rico policromado celeste, tenía en sus laterales dos pequeñas esculturas que representan a San Antonio de Padua y San Francisco Javier, y que por suerte se conservan al haber sido trasladadas a la iglesia de San Juan de Dios hace varios años.




En el centro, en un camarín rococó de color carmesí, estaba la imagen de la Dolorosa, de candelero y bella factura, y que ha tenido graves desperfectos. Se conservan (rotas) las manos y la cabeza, y, aunque parece que puede ser recuperable, la imagen es impactante y hemos preferido no adjuntarla.


En el ático del retablo, coronándolo, se encontraba un lienzo que representaba a San Pablo, dañado como se podrá adivinar. No sería el único lienzo perdido en el derrumbe, puesto que al lado del retablo se encontraban colgados otros dos, que representaban a Santo Tomás de Villanueva y a San Cristóbal de Licia. Más cercano al altar se encontraba también el púlpito, obra barroca que adivinamos en la foto de los escombros.



Esto es lo perdido, y puede que no sea lo único dada la situación del templo. Algo para lamentar y que ojalá sirva para que no vuelva a pasar. Si los responsables tienen un mínimo sentido patrimonial, esperemos que sientan tan enorme pérdida.

No hay comentarios:

La obra del mes: Esperanza

  Dice que la esperanza es lo último que se pierde. Traemos esta entrada con una de las representaciones de las virtudes teologales que se e...