lunes, 26 de enero de 2015

Monasterio de san José del Cuervo, por Augusto Conte Lacave (IV)

Aunque por fortuna los franceses no llegaron a estos riscos y el convento se libró, por tanto, del saqueo y de la destrucción a que los ejércitos imperiales sometían a las casas religiosas, sufrió, sin embargo, las resultas de la invasión. Vanos fueron los esfuerzos de Fray Manuel del Carmelo. El personal del convento mermó así, por el tiempo que estuvieron prácticamente cerrados los noviciados y colegios, como por los muchos religiosos que desaparecieron durante los años de la guerra o que se resistieron a volver a clausurar después de ella.

Después, la revolución religiosa puesta en marcha por las célebres Cortes de Cádiz, siguió el camino de las de 1.820 que decretaron suprimir todos los conventos que no tuvieran veinticuatro religiosos ordenados "in sacris". En Córdoba se reunió el definitorio de Andalucía la Baja el 7 de Octubre de 1.820 para ver las casas que podrían salvarse de aquella ley inicua.

De las veinte de la religiosa Provincia, sólo doce podrían sobrevivir; las de El Cuervo, San José del Valle, Sanlúcar de Barrameda, El Coronil, Paterna, Sanlúcar la Mayor y Guadalcázar, contaban entre las suprimidas, pues el número de religiosos era menor de 12... Aunque esta ley no se ejecutó, la vida de las casas religiosas fue en adelante muy precaria en vocaciones hasta que en 1.835 el célebre Mendizábal decretó la supresión total de ellas.

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