San Agustín da un paso más en su deterioro. Cerrada años a falta de una restauración, los techos están siendo los más deteriorados. Como se aprecia en la fotografía, tomada hace un par de semanas, las vigas van cediendo su peso, las tejas se están soltando y corre peligro de derrumbe.
Ya se intentó hacer una comisión para recaudar fondos para su arreglo. El templo, inserto en el colegio del mismo nombre que regentan las Hijas de la Caridad, es de titularidad del Obispado, pero de momento sólo ha cerrado su acceso, sin que a día de hoy demuestre interés por su adecentamiento.
Hace unos días, en una entrevista haciendo balance de su período de pastor, se ensalzaba la labor del Obispo saliente en cuanto a la protección y conservación del patrimonio religioso. Será en otros puntos de la diócesis, puesto que la labor en Medina Sidonia ha dejado mucho que desear. Ni se ha conseguido la parte para restaurar Santa María (la Junta sí tenía preparado su montante), ni se ha cuidado de los bienes propios, como pasa con San Agustín o con la desaparecida ya Santa Ana (dejada en la ruina).
Mejores suertes están corriendo San Juan de Dios y Santiago, afectadas sus techumbres por las lluvias. Han sido sus fieles los que han recaudado el dinero para ir arreglando poco a poco los tejados. El problema de San Agustín puede ser que no está abierta al culto como parroquia, como les pasa a las dos anteriormente citadas.
Lo cierto es que corre serio peligro de ruina si no se arregla pronto, pudiéndose perder este templo, que cuenta con frescos en la cúpula dañada.