martes, 26 de mayo de 2020

El Oratorio de San Felipe Neri asidonense


Desde 1677 existía en Medina Sidonia un Oratorio de San Felipe Neri, que fundado por el religioso franciscano fray Francisco Cañas, era conocido con el nombre de la Santa Escuela de Cristo. 

Asentado en un principio en la ermita de Santa Catalina (o más probablemente en la anexa ermita de Santo Cristo), el 30 de mayo de 1683, se traslada, en solemne procesión de su imagen titular, el Cristo de la Sangre (titular de la hermandad del mismo nombre), a la antigua ermita de San Cristóbal, cambiando, así, el nombre y la advocación del antiguo recinto monacal. Pasa entonces a conocerse como Ermita del Cristo de la Sangre, ya que las beatas lloronas agustinas (antiguas habitantes de la ermita) estrenan la fábrica de su actual convento, en la calle de San Juan en 1651.

Por estas fechas, se reforman las viejas construcciones de la capilla, siendo prueba de ello los restos de la portada de la ermita del Cristo de la Sangre. Al extinguirse el oratorio, la ermita será vendida, mientras que parte de las imágenes que en ella se veneraban, fueron trasladas a la iglesia de Santiago, donde aún permanecen un San Felipe Neri y un San Francisco Javier, en el coro.

No es la de Santiago la única imagen de San Felipe Neri que se posee en Medina Sidonia. Otra pequeña escultura barroca se encuentra en el convento agustino de Jesús, María y José (la imagen que ilustra esta entrada), más una pintura en el coro de Santa María.


martes, 19 de mayo de 2020

José Olmo


Nacido en 1884, era carbonero y líder del sindicato anarquista de Medina Sidonia. Su compañera era María Bollullo, con la que no estaba casado y con la cual tuvo cinco hijos: Palmiro, Paz, Germinal, Salud y Acracia.
Como corresponsal del centro obrero Medina Sidonia repartía libros y folletos enviados por la organización "tierra y libertad", destacándose por su capacidad oratoria y organizativa. Su afiliación política (pone en marcha el sindicato anarquista asidonense) le valió el odio de los terratenientes, teniendo serias dificultades para encontrar trabajo en Medina Sidonia.
En 1914 recibe permiso de vigilante de bosque y trabaja en la finca de Ahijón. Dada la cercanía de la finca a Casas Viejas se traslada allí con su familia en donde siguió organizando y difundiendo el ideario anarquista. La prensa de la época lo recoge así:
A principios de 1914, los caciques de Medina “arreciaron más y más, no dándoles trabajo a aquellos compañeros que más se distinguían en la lucha, hasta que el compañero Olmo tuvo que abandonar el pueblo, trasladándose a la próxima aldea de Casas Viejas, cuyos obreros estaban a la sazón sin asociar. A los dos o tres meses nuestro compañero había organizado más de 500 trabajadores” de un total de 1588 vecinos“
 El 8 de junio de 1914 inaugura el primer sindicato de Casas Viejas: "Los invencibles". El periódico La voz del campesino de 28 de junio de 1914 escribió sobre este hecho:
“A continuación hace uso de la palabra el joven luchador José Olmo, desarrollando el tema del origen de la miseria y los medios de concluir con ella”.
"Atacó la propiedad privada y al principio de autoridad, dando golpes certeros a estos, a la religión y a la política.
Describir cuanto dijo de bueno sería tarea interminable, pues no tenemos suficiente espacio en nuestro periódico.
Al concluir su peroración dicho compañero fue ovacionado unánimemente, dándose por terminado el acto a la una de la noche con un viva a la unión y a la fraternidad obrera”.
Tras el cierre del centro obrero de Casas Viejas después de los Sucesos de 1915, y dada la presión de las autoridades (en especial el marqués de Negrón), José Olmo regresa a Medina tras salir de prisión, donde continua con su trabajo como carbonero.
En las elecciones de 1918, Olmo y otros anarquistas se unieron a la causa liberal para derrocar a los conservadores.  A José Olmo se le ofreció un trabajo como tabernero en el establecimiento de José Núñez. Estos hechos hundieron la reputación de Olmo al que se le veía como un apoyo del partido liberal y como un libertino que servía bebidas alcohólicas. En 1920 recibió una paliza a manos de campesinos, que le obligó a quedarse en cama, agravándose la tuberculosis que padecía desde hacía años.
Estos hechos supusieron que el 10 de mayo de 1920, falleciera en la localidad de Medina Sidonia, celebrándose el matrimonio cristiano con su pareja el mismo día.

jueves, 14 de mayo de 2020

DE MARIANO PARDO DE FIGUEROA AL DOCTOR THEBUSSEM


Está a punto de publicarse una nueva monografía sobre el asidonense Doctor Thebussem, centrada principalmente en sus escritos filológicos. 

Editado por los profesores de la Universidad de Cádiz Alberto Romero Ferrer y Victoriano Gaviño Rodríguez en la Editorial Renacimiento, consta de 212 páginas y verá la luz este próximo mes de julio.

Como reseña del libro, se nos indica que "Mariano Pardo de Figueroa resulta un interesante ejemplo del anticanon. Sus extravagancias personales y literarias, pero también prejuicios críticos, lo han apartado de la historia oficial. No ha tenido el privilegio de la permanencia. El propósito primero de este libro era desdibujar dicho relato. Se recoge aquí un conjunto de trabajos sobre algunos aspectos sustanciales de sus heterogéneos quehaceres literarios y filológicos, sin olvidar sus escritos en torno al autor del Quijote o su interés por determinadas tradiciones populares como era el caso de cocina tradicional española o determinados usos arcaicos de la lengua, a caballo entre la historia social y la etnografía, frente a su pasión por el archivo, el legajo antiguo y la bibliofilia. Todo ello dentro del contexto más general de esa otra generación del 98 donde podría tener mucho sentido su obra, más allá de los estrambóticos disfraces, literarios y no literarios, que formaron parte de su originalidad y leyenda".

Esperamos con ganas esta novedad editorial.

La obra del mes: Esperanza

  Dice que la esperanza es lo último que se pierde. Traemos esta entrada con una de las representaciones de las virtudes teologales que se e...