martes, 28 de enero de 2020

Patrimonio alicatado


Si ya es difícil mantener inmuebles patrimoniales (y nos consta), no digamos ya los bienes que albergan estos. Pinturas, esculturas, orfebrería... todo el patrimonio inmenso que posee Medina Sidonia necesita de una buena conservación para legarlos a la posteridad. Pero en este largo listado de bienes muebles, de los más olvidados suelen ser los azulejos. Si los que tienen "valor" histórico y artístico se olvidan (véase, por ejemplo, los azulejos de Delf o los de Triana que decoran la iglesia de la Victoria), otros que son más "nuevos" o no "tan bonitos" (entrecomillo lo que suelen ser juicios populares) son relegados en su mantenimiento y conservación.

A los conocidos de San José de Malcocinado (de 1934) sumamos estos dos retablos cerámicos que muchos reconocerán en el edificio de la Avenida de Las Cortes.


La gran labor que hace el Proyecto Gestoso nos aporta datos sobre los mismos. El primero de ellos, con la representación de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, está fechado en la década de los años veinte del siglo pasado (cumplen un siglo ya) y fue pintado por Manuel Vigil-Escalera, reconocido pintor ceramista sevillano. Se realizó en el taller de Ramos Rejano, también en la capital hispalense.


Al otro lado del edificio se encuentra otro retablo cerámico (algo más dañado) con la imagen de la Virgen con el niño. Realizado por el mismo autor, siguiendo el estilo y la decoración del primero comentado.

El edificio no está protegido, y lleva clausurado y sin actividad varios años. Esperemos que sigan en el mismo lugar y que, si son retirados, sean depositados para custodiarlos en la localidad.

jueves, 2 de enero de 2020

Galdós y Medina Sidonia


Se cumple en este 2020 el centenario de la muerte del escritor canario Benito Pérez Galdós, considerado uno de los mejores novelistas de las letras hispánicas. De su basta producción literaria, dos son los títulos que guardan relación, directa e indirectamente, con nuestra localidad.


Galdós escribió un total de 46 novelas históricas, reunidas en cinco series, conocidas como Episodios Nacionales. El primero de ellos se titula Trafalgar y está dedicado a la batalla homónima sucedida en la costa gaditana. La primera referencia a Medina Sidonia en la obra galdosiana aparece en los primeros capítulos de la novela, adonde Gabriel, el joven protagonista, huye desde Cádiz siendo acogido en Medina Sidonia por el capitán Alonso. En nuestra localidad permanece y asiste a los preparativos y al desenlace de la batalla de Trafalgar.


Hay que dar un gran salto, hasta la tercera serie de los episodios para encontrar otra referencia a Medina Sidonia. Galdós dedica todo una novela a un asidonense ilustre: Manuel Montes de Oca (1804-1841) marino y ministro de la Marina durante la presidencia de Espartero, y que dirigió acciones militares para sofocar los motines contra Espartero y organizó el levantamiento en las Vascongadas.

En esta novela se aparta de la historia de Fernando Calpena (protagonista en los episodios anteriores de esta tercera serie) siendo el protagonista el coronel Santiago Ibero, afecto de Espartero, trasladando la acción a Madrid.

En el capítulo XXX se narra el fusilamiento de Montes de Oca, del que extraemos un pequeño fragmento:

 "Salió sin sombrero. En el patio que daba a la calle de San Francisco esperaba una carretela. A ella subió el reo, con el capellán a un lado y el Coronel enfrente. Muy bien cumplida por el cochero la orden de acelerar el paso, pronto llegaron a la Florida. Poca gente había en las calles y a la entrada del paseo. El honrado pueblo de Vitoria hizo al mártir los honores de un respetuoso duelo, alejándose del teatro de su martirio. Las personas que acudieron a verle pasar le compadecieron silenciosas. Algunas le miraron llorando. Durante el trayecto fúnebre, Montes de Oca habló algo con el capellán, menos con el Coronel; el sol hería de frente su rostro, y con su mano bien firme, no afectada ni de ligero temblor defendía sus ojos de la viva luz".

miércoles, 1 de enero de 2020

Año de la Victoria


Estrenamos año y estrenamos listas de propósitos y deseos. Y nosotros, en materia patrimonial, tenemos uno especial: ver por fin reabierta la iglesia de la Victoria.

Cerrada como recordamos desde abril de 2013 por problemas de filtraciones de agua, en estos casi siete años poco se ha avanzado para su recuperación.


Pocos meses después, tras el triste derrumbe de san Agustín, Ayuntamiento y Obispado firmaron un acuerdo en donde, entre otros aspectos, el Gobierno Local ejecutó una primera fase para la reparación de patologías y deficiencias en el templo por valor de 40.056 €.

Entre tanto, se ha realizado también pequeñas obras para adecentar, sobre todo, la zona colindante entre viviendas y el edificio religioso. También se desprendieron varios azulejos que decoran el campanario.


Del interior poco sabemos, a pesar de que nos aseguran que todo está en perfecto estado de conservación (nos permitimos recelar y dudar de estas aseveraciones). El templo alberga un valioso retablo principal, además de esculturas como un san José de Martínez Montañés o unos ricos paños de azulejos holandeses del XVIII.

Ojalá se acometan (al menos que se empiece) las obras para conseguir la apertura de la Victoria. Y por pedir, ojalá se recuperen las pinturas murales de la cúpula central del templo.

La obra del mes: Esperanza

  Dice que la esperanza es lo último que se pierde. Traemos esta entrada con una de las representaciones de las virtudes teologales que se e...