Cuando los franceses llegaron a Medina, según me contaba Juan Cervera García de Paredes, que era bisnieto del almirante Cervera, el padre de este almirante acogió al capitán francés al tiempo que su hijo se alistaba en las milicias contra los franceses. De hecho, escapó de Medina, fue hecho prisionero y volvió a Medina escapado de la prisión. Y cuando volvió se encontró que estaba alojado en su casa el capitán de los franceses, en la calle Ancha, que es donde vivían los Cervera.
El capitán francés cogió entonces al padre, se lo llevó a dar un paseo al castillo y le dijo:
-Sé que tu hijo está aquí. Si lo veo, como es enemigo de las tropas francesas, lo tendré que hacer prisionero e incluso fusilarlo. Haz lo que puedas para que yo no lo vea.
Y se volvió a escapar.
Ese era el padre del almirante Cervera, Juan Bautista Cervera.
El capitán se llevó al padre al castillo y le contó eso (porque esto ya se sabía en la casa) para dar tiempo al hijo a que se escapara.
El anterior fragmento, narrado por Ana María Martínez y Juan Ignacio Pérez, forma parte de un estudio realizado por LitOral, una asociación para la difusión de la literatura oral. Ha realizado en diversos pueblos, incluido Medina Sidonia, recopilaciones de cantos, refranes e historias transmitidas oralmente para que este rico patrimonio no se pierda.
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