Crióse con sus padres hasta edad de ocho años, y de allí, sin sabello ellos, fue llevado por un clérigo a la villa de Oropesa (Castellón), donde vivió mucho tiempo en casa de un buen hombre llamado el Mayoral. Como fue de edad suficiente, lo envió al campo en compañía de otros criados suyos que guardaban ganados de ovejas y cabras; servía de llevar y traer bastimento y lo que era menester para los pastores con toda diligencia, porque como le faltaron los padres en tan tierna edad, procuró agradar y servir a este buen hombre, en el oficio que está dicho y de pastor, todo el tiempo que en su casa estuvo, por donde le tenían mucha voluntad sus amos, y era querido de todos.
Iconográficamente representa al santo como pastor en una escena al aire libre. Así, con una ligera genuflexión aparece en actitud orante, mirando al cielo y con un brazo extendido. Viste una rica ropa de pastor color marrón, a decir verdad parecida más a la de un lacayo, portando zurrón. En el suelo junto a él figuran su sobrero y cayado. Todo ello, como hemos dicho, se desarrolla en el exterior a la sombra de unos árboles con un paisaje rocoso y montañoso al fondo. Rodeando a Juan de Dios están ovejas y un chivo, unas comiendo, otras mirando al espectador, otras ajenas a la oración del santo. Un halo de luz procedente del cielo ilumina al joven pastor, que aparece coronado con aureola.
Abajo a la derecha del cuadro aparece una cartela narrando el episodio y que dice así:
Ensaya Juan su piedad siendo pastor, de tal modo, que después el mundo todo, admiró su Caridad.De grandes dimensiones, el lienzo de puede ver en uno de los laterales de la iglesia de San Juan de Dios
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