Aunque el retablo es anterior, este frontal de altar fue realizado en el primer tercio del siglo XIX. De estilo neoclásico, todo el rectángulo está enmarcado y dorado. Al centro del marco se encuentra una tarja, con una cruz de Santiago tallada. Más abajo de esta tarja se halla otra cruz policromada en rojo, inserta dentro de una guirnalda vegetal. En los extremos del altar hay dos ménsulas, una por esquina, con la misma decoración del friso, y también doradas.
Sobre el frontal del altar encontramos un sagrario, de la misma época y estilo. Realizado en madera dorada, dentro de un arco de medio punto está tallada una custodia troncopiramidal con viril circular y ráfagas.
Las imágenes están tomadas del IPHA.
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