martes, 21 de mayo de 2013

Conservación del patrimonio

En los últimos años se han realizado actuaciones en favor de la conservación, restauración y puesta en valor de los distintos bienes muebles e inmuebles de la ciudad, sobre todo en el patrimonio eclesiástico. Un breve repaso nos servirá para conocer un poco las acciones realizadas.

Empezando por el templo principal (matriz, que no prioral), muchas son las intervenciones realizadas, en mayor medida, por ACISMA (Asociación para la conservación de la Iglesia Mayor). Se trata de una asociación de personas preocupadas por el abandono y dejadez que ha sufrido el templo durante años y que, en buena medida, han conseguido salvaguardarlo y protegerlo. Así, unas veces colaborando con el clero y otras con administraciones públicas, han intervenido en varios bienes: Cristo del Perdón, de Pedro Roldán (2005), retablo de la Virgen de la Antigua, con obras de Durero (1996, promovido por Cultura), retablo de San José (2002, financiado por La Caixa), tallas de San Pascual Bailón y San Francisco de Asís, ambas de Montañés (2005) o el lienzo de Santa María de Novela, de Espinal (2001). Todas estas intervenciones se han realizado con la colaboración de ACISMA, formada por ciudadanos.
Aparte de esta labor, dicha asociación también se encarga de la vigilancia, la correcta entrada al templo... E incluso en 2001 encargó el avance del proyecto de intervención en la iglesia, intervención que no se ha llevado aún a cabo porque el Obispado no realizó el aporte económico según conveniaron con la Junta. También se esforzó por tener un museo de arte sacro en las denominadas Salas Altas, si bien se encuentra la mayor parte del tiempo cerrado debido a problemas de conservación del recinto. En este museo se puede ver, entre otras obras, el conjunto escultórico de la Santa Cena, de Balduque, restaurado por la Consejería de Cultura en 1993.



El resto de los templos asidonenses, si bien no tienen una asociación de ciudadanos que se preocupen por su patrimonio como la tiene Santa María, sí que han contado con el interés y la preocupación de fieles y resto de asidonenses que han realizado labores de mejora en las iglesias. Así, en Santiago se han acometido obras para intentar frenar el deterioro de sus cubiertas, consiguiendo financiación realizando diversas actividades los fieles y ciudadanos (un musical, cenas benéficas, venta de lotería, festival flamenco...). En esta labor cobra gran importancia de las Hermandades que radican en el templo. Si bien son organizaciones de la Iglesia, no hay que perder de vista que la religiosidad popular en Andalucía puede ser entendida como un asociacionismo, parecido al tipo de las collas valencianas. Son grupos de fieles y de asidonenses en general que se preocupan no sólo por la estación de penitencia y el desfile procesional, sino también por la conservación del patrimonio. Así pues, las distintas hermandades presentes en Santiago se han preocupado del arreglo de los techos, y de la conservación de sus titulares, restaurando la talla del nazareno, o proyectando la del Cristo de la Buena Muerte.

La iglesia de la Victoria, cerrada hace un mes al culto, ha tenido también la implicación del pueblo de Medina Sidonia en su conservación, haciéndose arreglos en la torre del campanario por parte de los fieles. Caso parecido al templo de San Juan de Dios, que, tras avisar e insistir al párroco del grave estado de los techos, enfrentándose incluso por su poca decisión para actuar ante el deterioro, un grupo de fieles y ciudadanos realizó diversas actividades (festival de música, venta de lotería...) para poder arreglar, por un lado los la parte de los techos lindante al instituto que se hundió, y por otro poder frenar la caída del techo del presbiterio, apuntalando y haciendo obras de emergencia. Este templo ha contado con la ayuda del Ayuntamiento, así como de la labor que realiza la hermandad que radica allí, quien se ha preocupado en numerosas ocasiones tanto del mantenimiento de la iglesia (pintado, arreglo de la puerta, etc.) como de la conservación de sus titulares, restaurando ambas tallas (una del siglo XVI y otra del XVIII).


Las ermitas han tenido suerte dispar. Si bien la de los Santos Mártires está en pie, Santa Ana se derrumbó y perdió, a pesar de contar con un plan de restauración y de tener aprobada una Escuela Taller (no pudo realizarse nada ante la negativa del Obispado, acabando en ruina como todos sabemos). La Ermita de los Santos Mártires tiene la suerte de albergar a un ermitaño que se encarga concienzudamente de su conservación. Antes, hace unas décadas, un grupo de fieles y ciudadanos acometió una gran obra de reparación y conservación del templo que, a pesar de ser BIC y ser el templo más antiguo de Andalucía en funcionamiento, estaba sufriendo un grave abandono.


Terminamos este análisis con una reflexión. Como vemos, una gran parte de la conservación ha sido realizada por la ciudadanía de Medina Sidonia, por sus vecinos y feligreses. Se ha contado con la ayuda inestimable de las Hermandades, del Ayuntamiento y otras administraciones públicas, e incluso de obras sociales de entidades bancarias. A los asidonenses se nos puede tachar de muchas cosas. Puede que Riego tuviera su razón el día que vino por estas tierras, puede que seamos sólo un reflejo de lo que en otro período histórico fuimos. Cecearemos y tendremos el sambenito simpático de nuestro carácter "mordedor", pero de lo que no se nos puede acusar es de no importarnos nuestro patrimonio. A lo largo de la Historia se pueden ver muestras de benefactores, feligreses y diversos meinatos de a pie preocupados por los templos y ermitas. Y a lo largo de la Historia hemos visto perder templos que, por inoperancia de sus propietarios, no se han podido conservar. Es curioso que los mejores templos eclesiásticos que se conserven no sean propiedad del Obispado, sino que son conventos. Es curioso que algunas de las iniciativas de conservación se han encontrado con el "no" frontal de sus propietarios.
Acusaciones gratuitas, las justas.

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Nota para la prensa: Para hacer un artículo, para elaborar una crónica, infórmese. No vale querer buscar el amarillismo con lo que ve (ni el grafiti está en la iglesia, ni hay cúpula en San Juan de Dios, ni mucho menos título de Prioral en la Insigne Iglesia Matriz de Santa María la Mayor la Coronada). Más valdría documentarse un poco, mejor preguntar, llamar, que transcribir opiniones radiofónicas sin citar fuente ni hablar con el quien emite juicio.

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