viernes, 26 de junio de 2020

Helena/o de Céspedes, transexual en Medina Sidonia



"Mi nombre es Cenotia, soy natural de España, nacida y criada en Alhama, ciudad del reino de Granada; conocida por mi nombre en todos los de España, y aun entre otros muchos, porque mi habilidad no consiente que mi nombre se encubra”
Esta cita del Persiles y Sigismunda de Cervantes está basada en un personaje real cuya vida nos parece asombrosa y que pasó una temporada viviendo en Medina Sidonia. Se trata de Helena/o de Céspedes, un bebé nacido mujer que terminó viviendo como hombre en la España del siglo XVI. ¿Parece sorprendente? Pues aún hay más datos de este personaje que se declaró como “hermafrodita”, como que luchó en la guerra de Granada como un soldado más, o que se convirtió en la primera mujer de la historia de España en ser considerada oficialmente como cirujano.
Elena de Céspedes nació como mujer sobre el año 1546 en Alhama de Granada (Granada). Su madre era una esclava mora llamaba Francisca Medina y su padre, el amo, el cristiano Pedro Hernández. Helena nacería mulata.
Tenía 16 años cuando fue casada con Cristóbal de Lombardo, un albañil de Jaén, quien la abandonó a los pocos meses tras dejarla embarazada de un niño al que Elena llamó como su marido. Sola, Helena marchó a vivir a Granada donde se ganó la vida como tejedora, oficio que desarrolló en los diversos lugares en donde vivió, pues durante esta época aparece viviendo en varias poblaciones de la Andalucía occidental, trabajando principalmente como tejedora, pero también como pastor o labrador. En el proceso incoado contra el Santo Oficio narró que fue durante el parto cuando le salió el pene (protuberancia) que crecía al tener deseo sexual.


Durante este tiempo fue cuando vivió en Sanlúcar o Arcos. Es cuando, trabajando ya como pastor, aparece haciéndose llamar por el apellido y no por su nombre femenino. Pasó luego a Granada a luchar como soldado en las guerras contra los moriscos al servicio del Duque de Arcos. Acabada la guerra en 1570 inicia otro periplo por poblaciones andaluzas que la traen a vivir en Medina Sidonia, donde ejerció el oficio de sastre.
De aquí viajó por España y acabó instalándose en Madrid en el año 1575. Allí conoció a un cirujano valenciano que fue quien le enseñó el oficio de cirujano. Comenzó a trabajar en un hospital de la Corte hasta que su fama llegó a oídos del rey Felipe II. Su buen hacer en el oficio causó envidia de otros cirujanos que pronto la acusaron de intrusismo. Heleno entonces marchó a Cuenca y consiguió la licencia de cirujano del Protomedicato. A pesar de que en aquel tiempo ejercía como hombre, en las actas del Tribunal de la Inquisición consta como cirujana y no como cirujano. Se convertía así en la primera mujer en conseguir esa licencia oficial en España. Hombre o mujer, lo que es más asombroso es que Céspedes tuviera libros de cirugía, conocimientos del latín y aprobara exámenes cuando no había recibido educación formal. Quizá su experiencia como sastre le sirvió para adecuarse pronto al oficio de cirujano. Céspedes, que vivía entonces como hombre, conoció a una mujer, María del Caño, de la que se enamoró y se casó, no sin antes ocurrirle algo (nuevamente) extraordinario: una tercera dama, Isabel Ortiz, impidió el enlace arguyendo que Helena/o ya se había comprometido anteriormente con ella.  Finalmente Helena/o se pudo casar con María, con la que vivió unos años de feliz matrimonio, sin que nadie se escandalizase por ello. Bueno, nadie nadie… no. A pesar de que las personas que la conocían aceptaron que era hombre y mujer a la vez, el hecho de que se casara con otra mujer no fue visto con buenos ojos por algunos.Así, Helena/o cayó en manos del Santo Oficio. Al final del riguroso proceso, Helena/o  fue condenado a 200 azotes y a servir durante 20 años en centros hospitalarios (no hay constancia de que se le aplicasen los azotes).


Lo curioso del caso de Elena/o de Céspedes es que vivió durante prácticamente toda su vida como un ser indeterminado (“hermafrodito”, como ella mismo se definió).
Con su historia van unidas varias preguntas. ¿fue intersexual? ¿varón hipospádico? ¿transexual?... Parece ser que nació con atributos tanto de hombre como de mujer siendo la elección del sexo femenino con el que sus padres decidieron criarla. Con el tiempo, ella misma decidiría vivir como hombre, algo que algunos médicos que la reconocieron durante el proceso inquisitorio dictaminaron que así era. Hasta que se quiso casar por la Iglesia y le llovieron los problemas. No está claro qué fue en verdad. Lo que sí que es cierto es que Elena/o de Céspedes fue mujer primero y hombre después y en ambas condiciones vivió una vida inquieta y de resistencia, creatividad y subversión.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, gracias por traernos esta historia, genial para la gente que cree que estas cosas del género es "algo nuevo". <

Tengo algunas dudas que querría expresar:
- ¿Por qué os referíis a de Céspedes como Helena/o? ¿Consta que cambiara de nombre en algún momento?
- En general, ¿cuáles son las fuentes que han usado para conocer esta historia? Me gustaría ver la información original.
- Me queda un poco raro lo de "protuberancia", ¿es una cita literal o un añadido vuestro? Si es una cita, me gustaría saber de quién.

De nuevo, gracias por visibilizar que las personas trans e intersex llevan existiendo muchos siglos.

Juan Fco. Cózar Peralta. dijo...

Hola, te respondo:
Helena/o aparece en los documentos, tanto en sus empadronamientos como en el juicio inquisitorio, unas veces con -a y otras con -o.
Las fuentes, varias revistas de Historia, en especial "Andalucía en la Historia". Se puede consultar online.
Lo de protuberancia es literal, apareciendo en el testimonio del juicio.

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