Rafael Pardo de Figueroa y de la Serna, nació en Medina Sidonia en 1838 en el
seno de la familia formada por José María Pardo de Figueroa y Manso de Andrade,
alcalde de la ciudad gaditana de Medina Sidonia, y por María Luisa de la Serna,
y hermano del Doctor Thebussem. En 1851 ingresó en el Colegio Militar de San
Fernando (Cádiz), institución docente militar dedicada a la formación de los
oficiales de la Armada. Durante sus primeros años como marino desempeñó
diversos destinos en buques estacionados en Cuba y Filipinas.
Siendo
comandante del cañonero Pampanga n.º 13 cayó enfermo, viéndose obligado
a volver a la Península.
Tras un
breve período de restablecimiento en su ciudad natal, fue destinado al
Observatorio de San Fernando, como alumno del Curso de Estudios Superiores.
Durante los
años dedicados a la ampliación de estudios, y en colaboración con Manuel de
Villavicencio, trabajó en la traducción al castellano de la obra de Franz
Friedrich Brünnow titulada Lehrbuch der spharischen astronomie (Berlín,
1851), que sería publicada con el título de Tratado de astronomía esférica (Cádiz,
1869). En 1868, tras el estallido de la Gloriosa, embarcó con destino a Cuba,
en cuyas aguas volvió a navegar en diversos buques.
Volvió a la
Península en 1872, tras su nombramiento como profesor de la Academia de
Estudios de Ampliación de Marina. Al poco tiempo (1873) tomó posesión de su
nuevo destino como subdirector del Observatorio de San Fernando, cargo que
acababa de ser creado a instancias de Cecilio Pujazón, director de la
mencionada institución desde 1869. Sólo unos años después, su preparación
científica y sus conocimientos hidrográficos le hicieron acreedor de un nuevo
nombramiento. Así, a mediados de 1876, la Armada le confirió el mando del vapor
Piles, buque desde el que dirigió los trabajos hidrográficos de la Comisión
Hidrográfica de la Península, hasta su pase a la situación de retiro en 1887.
Murió en Cádiz en 1910.
Rafael Pardo
de Figueroa consiguió mejorar ostensiblemente la calidad de los levantamientos
cartográficos e hidrográficos, gracias a la renovación del instrumental, a la
adopción de nuevas fórmulas para la determinación de las posiciones geográficas
y a la introducción de una segunda corrección en los resultados obtenidos.
Durante los once años en que estuvo al frente de la Comisión Hidrográfica de la
Península, en los que impulsó decididamente la finalización de los trabajos
hidrográficos pendientes en la costa mediterránea, se elaboraron más de
cuarenta memorias técnicas (geodésicas, hidrográficas, astronómicas) y se
levantaron dieciocho cartas náuticas y cuarenta y seis planos de las costas
españolas.
González González, Francisco José. "Rafael
Pardo de Figueroa", en Real Academia de la Historia, Diccionario
Biográfico electrónico (en red, www.rah.es)
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