domingo, 23 de mayo de 2021

La obra del mes: Esperanza

 


Dice que la esperanza es lo último que se pierde. Traemos esta entrada con una de las representaciones de las virtudes teologales que se encuentran en el retablo del Sagrario de la iglesia de Santa María que preside la Virgen de la Paz.

Originariamente no formaba parte de este retablo, quizá la primera capilla sacramental andaluza del XVI labrado por Roque Balduque, pero al reformarse tras el terremoto de 1773 se redistribuyeron las esculturas añadiendo las tres virtudes teologales, a saber: fe, esperanza y caridad.

La que presentamos aquí lleva como atributo un ancla, símbolo de la esperanza por antonomasia. Presente desde el XVIII en el lateral del retablo, continuó en dicha disposición una vez traída la patrona de San Agustín a este retablo en el XIX.

Lo dicho, la esperanza es lo último que se pierde. Y si se pierde, nos alegramos de recuperarla.

jueves, 1 de octubre de 2020

IV Centenario de la llegada de los franciscanos

 En marzo de 1620 una pequeña comunidad de frailes franciscanos se asentaron en Medina Sidonia con el propósito de fundar un convento. Esta orden ya daba predicamento en nuestra ciudad, donde venían en cuaresma para los sermones, quedándose en las dependencias de las ermitas de San Isidro y de la Vera Cruz. Es en estas ermitas donde deciden fundar el convento, comprando el terreno y dando inicio a la construcción del mismo cinco años más tarde, terminándose la iglesia conventual en 1651. La orden mendicante permaneció en Medina Sidonia casi dos siglos, realizando labores de beneficencia y educativas (existía cátedra de moral y filosofía). Llegó a tener una numerosa comunidad, rondando los 30 frailes a mediados del XVIII.



A principios del XIX el convento es exclaustrado y comienza su desmantelamiento, primero durante la ocupación francesa para reutilizar los materiales en el refuerzo del cuartel que las tropas napoleónicas hacen en el castillo, y luego tras la desamortización de Isabel II. Las dependencias se convirtieron en cárcel y cuartel de la Guardia Civil y la iglesia, abandonada y en ruina, es convertida en teatro a mediados del mismo siglo. Ya en el XX pasa primero a teatro y luego en sala de cine, hasta los años 80, cuando se abandona. En 2005 se empieza la construcción del actual teatro.



Las citadas ermitas estaban en un lugar que citan las fuentes con grandes construcciones antiguas (fenicias y romanas): cisternas, mosaicos… Prueba de ello es el sarcófago del III d.C. que estaba incrustado en la sacristía del convento franciscano (hoy en el Museo Arqueológico de Jerez). El resto de bienes del convento pasó a varias de las iglesias. Los santos titulares de las ermitas antiguas están en Santa María (San Isidro) y Santiago (Cristo de la Vera Cruz). Esta última advocación, tan enraizada con la orden seráfica, es la advocación actual de la Buena Muerte. A este templo de Santiago fueron a parar la mayoría de las imágenes y retablos del convento: San Antonio de Padua, la renombrada Santa Lucía (es en verdad Santa Catalina de Alejandría, patrona de los filósofos, disciplina que se estudiaba en el convento como hemos dicho) y el retablo e imagen de la Inmaculada Concepción, cuyo dogma defendieron vivamente los franciscanos. Las tres esculturas de mayor valor, y que estaban en el retablo mayor, son las realizadas por Martínez Montañés en 1638 y encargadas por Alonso de Novela: San José (actualmente en la Victoria) y San Francisco de Asís y San Pascual Bailón, en las dependencias de Santa María.







viernes, 26 de junio de 2020

Helena/o de Céspedes, transexual en Medina Sidonia



"Mi nombre es Cenotia, soy natural de España, nacida y criada en Alhama, ciudad del reino de Granada; conocida por mi nombre en todos los de España, y aun entre otros muchos, porque mi habilidad no consiente que mi nombre se encubra”
Esta cita del Persiles y Sigismunda de Cervantes está basada en un personaje real cuya vida nos parece asombrosa y que pasó una temporada viviendo en Medina Sidonia. Se trata de Helena/o de Céspedes, un bebé nacido mujer que terminó viviendo como hombre en la España del siglo XVI. ¿Parece sorprendente? Pues aún hay más datos de este personaje que se declaró como “hermafrodita”, como que luchó en la guerra de Granada como un soldado más, o que se convirtió en la primera mujer de la historia de España en ser considerada oficialmente como cirujano.
Elena de Céspedes nació como mujer sobre el año 1546 en Alhama de Granada (Granada). Su madre era una esclava mora llamaba Francisca Medina y su padre, el amo, el cristiano Pedro Hernández. Helena nacería mulata.
Tenía 16 años cuando fue casada con Cristóbal de Lombardo, un albañil de Jaén, quien la abandonó a los pocos meses tras dejarla embarazada de un niño al que Elena llamó como su marido. Sola, Helena marchó a vivir a Granada donde se ganó la vida como tejedora, oficio que desarrolló en los diversos lugares en donde vivió, pues durante esta época aparece viviendo en varias poblaciones de la Andalucía occidental, trabajando principalmente como tejedora, pero también como pastor o labrador. En el proceso incoado contra el Santo Oficio narró que fue durante el parto cuando le salió el pene (protuberancia) que crecía al tener deseo sexual.


Durante este tiempo fue cuando vivió en Sanlúcar o Arcos. Es cuando, trabajando ya como pastor, aparece haciéndose llamar por el apellido y no por su nombre femenino. Pasó luego a Granada a luchar como soldado en las guerras contra los moriscos al servicio del Duque de Arcos. Acabada la guerra en 1570 inicia otro periplo por poblaciones andaluzas que la traen a vivir en Medina Sidonia, donde ejerció el oficio de sastre.
De aquí viajó por España y acabó instalándose en Madrid en el año 1575. Allí conoció a un cirujano valenciano que fue quien le enseñó el oficio de cirujano. Comenzó a trabajar en un hospital de la Corte hasta que su fama llegó a oídos del rey Felipe II. Su buen hacer en el oficio causó envidia de otros cirujanos que pronto la acusaron de intrusismo. Heleno entonces marchó a Cuenca y consiguió la licencia de cirujano del Protomedicato. A pesar de que en aquel tiempo ejercía como hombre, en las actas del Tribunal de la Inquisición consta como cirujana y no como cirujano. Se convertía así en la primera mujer en conseguir esa licencia oficial en España. Hombre o mujer, lo que es más asombroso es que Céspedes tuviera libros de cirugía, conocimientos del latín y aprobara exámenes cuando no había recibido educación formal. Quizá su experiencia como sastre le sirvió para adecuarse pronto al oficio de cirujano. Céspedes, que vivía entonces como hombre, conoció a una mujer, María del Caño, de la que se enamoró y se casó, no sin antes ocurrirle algo (nuevamente) extraordinario: una tercera dama, Isabel Ortiz, impidió el enlace arguyendo que Helena/o ya se había comprometido anteriormente con ella.  Finalmente Helena/o se pudo casar con María, con la que vivió unos años de feliz matrimonio, sin que nadie se escandalizase por ello. Bueno, nadie nadie… no. A pesar de que las personas que la conocían aceptaron que era hombre y mujer a la vez, el hecho de que se casara con otra mujer no fue visto con buenos ojos por algunos.Así, Helena/o cayó en manos del Santo Oficio. Al final del riguroso proceso, Helena/o  fue condenado a 200 azotes y a servir durante 20 años en centros hospitalarios (no hay constancia de que se le aplicasen los azotes).


Lo curioso del caso de Elena/o de Céspedes es que vivió durante prácticamente toda su vida como un ser indeterminado (“hermafrodito”, como ella mismo se definió).
Con su historia van unidas varias preguntas. ¿fue intersexual? ¿varón hipospádico? ¿transexual?... Parece ser que nació con atributos tanto de hombre como de mujer siendo la elección del sexo femenino con el que sus padres decidieron criarla. Con el tiempo, ella misma decidiría vivir como hombre, algo que algunos médicos que la reconocieron durante el proceso inquisitorio dictaminaron que así era. Hasta que se quiso casar por la Iglesia y le llovieron los problemas. No está claro qué fue en verdad. Lo que sí que es cierto es que Elena/o de Céspedes fue mujer primero y hombre después y en ambas condiciones vivió una vida inquieta y de resistencia, creatividad y subversión.


viernes, 12 de junio de 2020

Palacio Ducal de Medina Sidonia


El conjunto de casas-palacio que tuvo el Duque de Medina Sidonia en su ciudad estaba situado en la zona final de la calle Ancha, cercana a la Puerta del Sol y junto al convento agustino de Jesús, María y José. Derribado y convertido en solar, actualmente alberga una urbanización, si apenas quedar rastro documental  gráfico del mismo.

En el Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia se encuentra un plano de la planta baja del palacio, en donde aparecen las habitaciones que tenía: caballerizas en el sótano, varias salas y alcobas, patio descubierto y escalera de caracol para acceder a la planta primera, alberca y pozo, corrales, cocina, azotea y vertedero.

martes, 9 de junio de 2020

Castillo de Torre de Estrella


En el Archivo General de la Fundación Casa de Medina Sidonia (el archivo ducal sito en Sanlúcar de Barrameda) encontramos este plano del castillo de Torrestrella, realizado por Salvador López de Mesa, escribano del cabildo de la ciudad de Medina Sidonia, en 1767.

Proyectado en papel con escritura gótica cursiva humanística, la leyenda recoge que dicho castillo está a una legua de la ciudad, y que lo mandó labrar el rey Alfonso X el Sabio en 1279 para casa conventual de la orden militar de Santa María de España, establecida para la defensa del reino contra los "moros".

En la leyenda encontramos numeradas las partes del castillo: la entrada a la fortaleza, escaleras de acceso a los adarves, la cuadra principal o el patio.

martes, 2 de junio de 2020

La epidemia de 1801 en Medina Sidonia (y II)


El Doctor Arejula, hablando de la epidemia de Medina Sidonia, dice: que los que se fueron al campo no enfermaron, pero si se juntaban con alguno de los que iban de la ciudad, eran invadidos lo mismo que si hubiesen entrado en el pueblo. 

Los médicos de dicha ciudad refieren la observación siguiente: habiendo resuelto la gente del campo no venir a la población hasta finalizado el contagio, se notó, que aquellos, cuyas familias habitaban el barrio infecto, venían con frecuencia enfermos, sin que acusasen trato ni roce con gente sospechosa, por el contrario, los que tenían sus casas en los sitios sanos no enfermaron jamás acontecimiento que solo pudo explicarse suponiendo que el contagio iba envuelto en las ropas que semanalmente les mandaban de sus casas


Publicado en Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz. Año 1822.

lunes, 1 de junio de 2020

La epidemia de 1801 en Medina Sidonia (I)


Las epidemias de Andalucía han faltado todas estas leyes. Apenas se declaró en Cádiz la fiebre en 1800, cuando apareció en Sevilla; permaneciendo ilesas las poblaciones del intermedio; se contagiaron estas al fin quedaron libres Chipiona, Alcalá de los Panaderos, Olivares, Moguer, Medina-Sidonia varios pueblos, a pesar de estar contiguos rodeados de otros infectos: entre estos acampó el regimiento de Carabineros de María Luisa, se mantuvo sin novedad. 

En Málaga permaneció ilesa la cárcel durante toda la epidemia de 1804, y lo mismo sucedió en Medina el de 1801 con un convento de monjas. 

Este pueblo padeció solo la enfermedad en dicho año, no obstante de estar colocado en la cima de una montaña bastante elevada. 

En 1804 y 1819 el contagio estaba extendido por todos los pueblos que circundan la bahía, y entre los fondos fondeados en ella hubo cerca de ciento que por haberse incomunicado no padecieron el mal.


Publicado en Periódico de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz en el año 1821.

La obra del mes: Esperanza

  Dice que la esperanza es lo último que se pierde. Traemos esta entrada con una de las representaciones de las virtudes teologales que se e...